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Mentoring para encontrar sentido

Mentoring: un método para definir objetivos con sentido

Si no le encontramos un verdadero sentido a lo que hacemos, en nuestra vida personal o profesional, el Mentoring puede ayudarnos a conseguirlo.

¿Cuántas veces nos hemos decepcionado al ver que aquellos objetivos que habíamos luchado por conseguir, no tenían el resultado que esperábamos?

Estudiamos una carrera, porque nos han dicho que nos proporcionará un futuro cómodo y seguro, pero los empleos que conseguimos no nos generan satisfacción y, finalmente, trabajamos en otras cosas.

O nos proponemos ascender en una empresa pero, cuando lo logramos, nos sentimos infelices en el nuevo puesto.

O cambiamos nuestra forma de vida, en función de un ideal, para darnos cuenta de que no encontramos la satisfacción personal que buscábamos.

Estos son sólo unos pocos ejemplos de lo que nos suele ocurrir cuando las metas u objetivos que nos marcamos no se corresponden con las necesidades de nuestra esencia más profunda.

¿Dónde encaja el Mentoring en la búsqueda de sentido vital?

Cuando las mentoras y mentores llevamos a cabo procesos de Mentoring, una importante parte de nuestro trabajo es ayudar a las personas a que respondan a una pregunta, con la mayor sinceridad, en relación a los objetivos que se han marcado y que no están pudiendo alcanzar.

La pregunta es

¿Para qué lo quieres?

¿Para qué quieres conseguir eso que deseas?

Imagen de Arek Socha en Pixabay

Esta pregunta, aparentemente tan sencilla, suele causar dificultades a la hora de responderla de forma sincera. Si es así, posiblemente será porque nos pase una de estas dos cosas:

#1. darnos cuenta de que no tenemos realmente claro cuál es el verdadero motivo por el que queremos alcanzar ese objetivo.

#2. Que descubramos una motivación oculta que, a la hora de verbalizarla, no nos parezca adecuada o que no justifique plenamente el objetivo de nuestra elección.

Cuando pasa esto podemos alegrarnos, porque este es el paso necesario para reconducir nuestra ruta e ir en la dirección correcta.

¿Cuál es el motor de nuestra motivación?

Las personas necesitamos encontrar el verdadero sentido a todo aquello que hacemos, ya que nuestra motivación y energías se generan cuando estamos totalmente conectados con nuestro interior, con nuestra esencia.

Si esto no ocurre, lo habitual es que no podamos ver de forma clara el camino que debemos seguir o que no encontremos las soluciones adecuadas para alcanzar las metas que nos hemos planteado, pudiendo llegar a desanimarnos y frustrarnos por ello.

Un ejemplo práctico: en la época en que fui emprendedor industrial, del sector de las motocicletas, me encontré muchas veces con clientes insatisfechos con las motos deportivas de gran cilindrada que se habían comprado. Habían hecho un gran esfuerzo económico para conseguirlas pero no obtenían con ellas la satisfacción que esperaban y  justificaban sus quejas diciendo que esas motos eran muy delicadas, que siempre estaban en el taller, que eran incómodas de conducir, etc.

El resultado es que se hartaban de la moto y acababan vendiéndosela antes de lo que sería normal.

Esto ocurría porque muchas de estas personas adquirían esas motocicletas, simplemente, porque un familiar, un amigo o un compañero de trabajo se habían comprado una igual, es decir, por pura envidia, no porque realmente fueran unos grandes aficionados a ese tipo de motos. En estos casos, la motivación era errónea y no podían responder de una forma satisfactoria a la pregunta “¿para qué te has comprado esta moto?”.

Imagen de Tumisu en Pixabay

En cambio, cuando las personas me preguntaban qué tipo de moto les aconsejaría que se comprasen, yo siempre les preguntaba lo mismo: “¿para qué la quieres?”. En función de su respuesta, les aconsejaba un modelo u otro y, en los casos en que pude tener un seguimiento del asunto, la compra que hicieron fue altamente satisfactoria ya que su motivación al hacerla estaba alineada con sus verdaderas necesidades, posibilidades y gustos personales.

O lo que es lo mismo: la compra tenía un sentido claro y coherente.

El Mentoring no aporta soluciones, sirve para que el mentee aprenda a encontrarlas

Si seguimos utilizando el ejemplo anterior, como un símil “mundano”, lo que ocurriría en un proceso de Mentoring es que el mentor o mentora NO le indicaría a la persona mentorizada cuál es la moto que debería comprarse.

El profesional la guiaría para que esa persona descubriera y definiera muy bien cuáles son las verdaderas necesidades que desea cubrir con ese vehículo, así como sus posibilidades reales, tanto para la compra como para el mantenimiento del mismo. Toda esta información sería la que debería transmitir al vendedor al que se dirigiera, para que este la asesorara correctamente en cuanto al modelo concreto que le pudiera convenir más.

Es evidente que nadie va a contratar a un mentor o mentora para que le asesore sobre la compra de un vehículo, pero la mecánica a seguir –a grandes rasgos- es la misma que en un caso más complejo.

La clave reside en encontrar el sentido de lo que hacemos

Para comprender la importancia de conocer cuál es el sentido de nuestras acciones, es fundamental el gran trabajo que hizo el psiquiatra austríaco Viktor Frankl, creador de la logoterapia.

Mientras estuvo preso en los campos de exterminio nazis, durante la Segunda Guerra Mundial, Frankl comprobó que el factor fundamental para tener una mayor resistencia y poder sobrevivir no era el estado físico de los prisioneros, sino que estos tuvieran alguna motivación que les diera sentido a sus vidas y les ayudara a luchar un día más por no dejarse vencer, ante la desesperación del horror que estaban sufriendo.

Así fue como observó que las personas que resistían mejor eran los que, por ejemplo,  conservaban la ilusión por reencontrarse con sus familias, o los que se sentían fuertemente comprometidos con algún tipo de obra, ideal o trabajo que tuvieran pendientes.

¡Estas personas se sentían “obligadas” a vivir!

Las personas que no le encontraban un sentido al hecho de seguir viviendo, al carecer de motivaciones realmente poderosas, por muy fuertes físicamente que parecieran acababan “arrojando la toalla” y dejándose morir o haciendo que las mataran, acabando así con su sufrimiento.

Viktor Frankl perdió a la mayor parte de su familia en el Holocausto, pero encontró sentido a su vida en el hecho de ayudar a los demás a superar sus traumas mediante la nueva corriente terapéutica que creó, una vez fue liberado al finalizar el conflicto bélico.

¿Qué diferencia al Mentoring de otros métodos de acompañamiento?

La principal diferencia reside en que el Mentoring es un método de aprendizaje para clarificar las necesidades, los deseos y las posibilidades reales de la persona, profundizando en su autoconocimiento y dotando a sus decisiones y posteriores acciones de un sentido coherente con ella misma. Además, la persona mentorizada podrá replicar este proceso de forma autónoma en otras situaciones futuras en las que lo necesite.

Por tanto, si un/a mentee  expresa el deseo de convertirse en Jefe/a de ventas de su empresa, la base del proceso de Mentoring se enfocará en que la persona defina cuáles son los motivos –reales- por los que quiere conseguir ese objetivo, teniendo en cuenta todas sus circunstancias y características.

Con esta información, será la propia persona la que podrá decidir si es ese, y no otro, el objetivo que se tiene que plantear para cubrir sus necesidades y que se encuentren alineadas con su Yo interior.

¿Qué sentido tiene comprarnos una moto de 100 caballos,

si sólo pensamos utilizarla para circular por dentro de la ciudad?

¿Tienes dificultades para definir eficazmente tus objetivos? Podemos ayudarte a resolverlo.

Imagen principal de Gerd Altmann, en Pixabay.

El contenido de los posts son responsabilidad de su autor o autora, y no necesariamente reflejan la posición oficial de Barcelona Mentoring.
Chema Montorio
Chema Montorio

Mentor para el Desarrollo de Proyectos Personales y Profesionales | LinkedIn